La próxima semana los aficionados al motor tienen una cita en Silverstone para ver a sus pilotos preferidos en una de las mayores competiciones que existen sobre ruedas: el AirAsia British Grand Prix. Con esta excusa hemos podido charlar un poco con Ricard Cardús, el piloto catalán que forma parte del equipo más gastronómico: la escudería Arguiñano Racing Team.
Ricky Cardús con Arguiñano
Este piloto catalán de 24 años se inició en el mundo del motor a los 14 años, es amigo íntimo de Lorenzo y sobrino del subcampeón del mundo de 250cc Carlos Cardús. Hablamos con él sobre los entrenamientos, su día a día, la vida en la pista y fuera de ella.
Ricky, para los amigos, es un piloto tenaz, atrevido, luchador y un chico enamorado de las motos, simpático y lleno de ilusión dispuesto a conseguir un sueño. Se entrena mucho con una rutina establecida durante todo el año que se intensifica en plena temporada. De 3 a 4 horas entre flexiones, abdominales, pesas…y correr por la montaña de Barcelona. Rueda en moto 1 o 2 días a la semana y con una alimentación más que sana, propio de grandes deportistas, desconecta jugando a golf “Es una práctica muy habitual entre deportistas que ayuda a ejercitar la concentración y pasarlo bien”.
Nos confiesa que detrás de lo que vemos estrictamente en la pista existe todo un mundo. La vida en el paddock es como vivir en un circo, desde el punto de vista amable de la palabra. Una familia de más 2.000 personas entre mecánicos, jefes de equipo, periodistas, medios de comunicación, pilotos, camiones, carpas, restaurantes… 3 días en cada circuito, durante meses, en las que el equipo se convierte en tu familia, en que la familia se convierte en tu equipo.
Reconoce que los domingos sin carrera son los días más distendidos y dedicados al disfrute del tiempo libre. Aprovecha para salir y pasarlo en grande con los amigos.
Del circuito de Silverstone destaca su emoción al ser la primera vez en el que compite.
Que no le falta nuncas en la maleta: su iPod
Desde Derby le deseamos mucha suerte el próximo 17 de junio!
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