David Lynch en el Hotel Urban – Parte I

David Lynch en el Hotel Urban – Parte I

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Que David Lynch es un inquietante genio es una verdad absoluta para muchos y todo lo que él mismo nos pueda pueda contar sobre su obra, bien sea sobre cine, música o pintura, siempre será poco.

El director de Twin Peaks, Terciopelo Azul o Carretera Perdida ha hecho de todo, es un artista trans disciplinar, con ese prefijo tan de moda. Pero ahora sólo quiere hablar de meditación, la transcendental, que es la que él practica, y de cómo le ayuda a estar en paz consigo mismo y con la sociedad. Y de cómo, gracias a ella, le fluyen las ideas que persigue hasta plasmarlas en cualquier técnica.

David Keith Lynch, Montana 1946, está ya por encima de todo, aunque su última película, Inland Empire, data de 2006. Y esto es lo que transmite cuando se le observa, será por la meditación. Viaja sólo, sin asistentes y sin mucha parafernalia, otra vez, no la necesita. Vestido con traje de chaqueta negro y camisa blanca, Lynch atiende entrevistas en la terraza del Hotel Urban, donde el martes, 15 de octubre, comenzó su primera jornada como invitado especial del Festival Rizoma.

 

David Lynch, Hotel Urban Madrid
David Lynch, Hotel Urban Madrid

 

La meditación

Tras las entrevistas, toca photocall en el lobby del Hotel Urban y rueda de prensa en la sala NEFER. Allí comienza su intervención de manera clara y concisa, viene a hablar de cine pero sobre todo de meditación transcendental. Una técnica que practica desde hace 40 años y que, según Lynch, cuando uno se inicia en ella “la vida va a mejor”, la negatividad y el estrés “se van” y,  aunque el mundo permanece igual, “no nos golpea”. “La basura se va, el oro entra”, una buena recomendación sin duda para los tiempos que corren.

Para el director, todo mejora con la meditación, el trabajo, las relaciones… Incluso se pregunta si hubiera podido trabajar “como lo he hecho”, sin ella. Con esta técnica, “la creatividad fluye, todo funciona mejor”, afirma Lynch, quien en este punto se muestra crítico con las escuelas. El sistema educativo “es una broma”, dice, ya que no desarrolla el potencial  de los estudiantes.

David Lynch fundó en 2005 una fundación que ayuda por todo el mundo a que la gente se introduzca en la meditación transcendental, una iniciación que no es gratuita, los maestros “son profesionales que necesitan vivir”, señala, si bien matiza que los costes están bajando y ya son accesibles incluso en economías en crisis, gracias maestro.

 

David Lynch en la rueda de prensa
David Lynch en la rueda de prensa

 

Sus opiniones

Por lo demás, afirma desconocer el cine español, pero no sólo no sabe nada del nuestro, “me gusta hacer cine pero no sé nada de lo que se hace”, dice el padre de ‘Lady Leño’, aquella gran mujer que hablaba con un tronco en Twin Peaks.

Sobre los gobiernos y el apoyo que dan al cine dice que el norteamericano es “extraño”, pues no cuida el cine “excepto si hace dinero”. Alaba a otros gobiernos, como el francés que dice “respalda mucho” la creación cinematográfica, “es tan bonito”, apunta Lunch.

Sobre el proceso que sigue en sus creaciones explica que no sabe qué va a hacer hasta que tiene una idea. “Las ideas son tan importantes. Coges ideas de cine, de música. Te enamoras de una idea y vas a por ella”.

Respecto al futuro, dice que ha escrito cosas, pero no da detalles. No sabe qué será lo próximo que haga, señala. “Pero las ideas fluyen”, siempre ayudado por la meditación, claro.

Acerca del conjunto de su obra hasta la fecha, dice estar contento con el trabajo que ha realizado pero “siempre” hay algo que le gustaría haber hecho mejor, “nada es perfecto en este mundo”.

 

David Lynch en La Terraza del Urban
David Lynch en La Terraza del Urban

 

El mundo Lynch

Para un director de cine del que entre sus muchos méritos destaca el de haber creado imágenes, atmósferas, situaciones o personajes que todo espectador recordará durante toda su vida, de una manera u otra, tanta meditación contrasta con una producción cinematográfica o musical a veces tan inquietante, violenta incluso.

“Nuestro mundo es oscuro y obtengo ideas de este mundo que me enamoran”, cuenta David Lynch. “Los artistas – añade- no tienen que sufrir para mostrar sufrimiento” en la pantalla, explica. “Puedes contar todas las historias que quieras pero sin dejar de ser feliz” y, en este punto concluye, “me enamoro de lo que me enamoro”.

Al final, seguimos sin saber si está preparando el regreso de Laura Palmer con una continuación de Twin Peaks, se rumorea. Tampoco sabemos quién será la próxima actriz a la que pondrá al límite en un futuro proyecto, que quizás no exista.

Pero que es grande nos ha quedado claro, y que si es por la meditación…. meditemos. 

El día acaba con Lily Blossom, que muy en su estilo, ha organizado una fiesta, con happening incluido, para David Lynch y unos pocos. Se anuncia sumisión suave, que no meditación. Os lo contaremos en la próxima entrada del Blog… ¡No os lo perdáis!